La técnica de Flipped Classroom o Reverse Teaching es un método muy interesante de enfocar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Supone una forma de aplicar la innovación educativa sin necesidad de grandes tecnologías ya que sólo necesitamos un ordenador con webcam para el profesor y un ordenador en casa de los alumnos.
¿En qué consiste?
Aplicar esta técnica es muy sencillo. El profesor graba un vídeo con el contenido teórico que explicaría en clase y lo cuelga en el blog del aula. Esta clase magistral grabada, la ven los alumnos en sus casas. Esto permite seguir la explicación con el apoyo del libro, volver a ver alguna parte y concentrarse en la explicación, olvidándose de tomar apuntes, ya que la información va a estar siempre disponible.
Así, la siguiente clase se centra exclusivamente en la realización de actividades que afiancen y profundicen en el tema. El profesor, por tanto tiene más tiempo para trabajar con los alumnos que presenten más dificultades, atender a la diversidad y proponer dinámicas que mejoren la adquisición de los conocimientos.
¿Qué medios se necesitan?
Para la realización de los vídeos, el profesor necesitará un ordenador con una webcam y un software para la grabación. En este enlace sugieren algunos programas. El vídeo puede ser lo sencillo o sofisticado que cada profesor quiera o sepa realizar.
Los alumnos necesitarán un ordenador o tableta donde ver el vídeo. Si no tienen ninguno en casa, se puede recurrir a los ordenadores de las bibliotecas, por ejemplo.
¿Cuándo utilizarlo?
Evidentemente, no podemos aplicar esta técnica a todas las asignaturas para cada tema, pues el tiempo que necesitarían los alumnos para ver todos los vídeos sería demasiado largo. Por tanto, mi consejo es utilizarlo como un recurso más. Me parece muy válido para asignaturas como conocimiento del medio o inglés, hablando de Primaria, pues permitiría un enfoque más práctico en ambas asignaturas.
Como sugerencia, para la asignatura de inglés, sería interesante para trabajar estructuras lingüísticas, pues el profesor puede explicar la estructura, poner varios ejemplos y que los alumnos los repitan en casa a medida que ven el vídeo.
En conclusión…
La Flipped Classroom es una metodología con un gran potencial y que necesita poca tecnología para llevarla a cabo. Además, permite a los docentes tener más tiempo de actividades prácticas en el aula, cosa muy valiosa, ahora que las clases van a tener una duración de 45 minutos en Primaria.